Un repaso por lo que más me ha gustado este año
Lo sé, lo sé, las listas de "lo mejor del año" están muy trilladas y solo leer el titular ya te ha cansado. Pido disculpas por ello. He de decir que a mí me gusta leerlas, especialmente si se alejan un poco de la actualidad y de lo más popular o habitual. Me gusta leer qué os ha dejado huella. Y me sirven mucho para fichar qué cosas me interesa conocer entre la marea de novedades.
Así que quería darle un enfoque diferente a esta versión. Si bien muchas veces este tipo de repasos anuales son temáticos, aquí el único nexo común son cosas que me hayan gustado muchísimo, hasta el punto de obsesionarme un poco con ellas. Cruzar el año saltando por lo que más ha despertado mi interés, como una ardilla cruza un bosque saltando de árbol en árbol.
Baldur's Gate 3
Fue el juego del año pasado, pero llegó a mi hogar recién entrado 2024. Y entró por la puerta grande. Más de cien horas después, dos partidas mías (una terminada y otra por el tercer acto), una partida de mi pareja (sigue en proceso, y me encanta ser espectadora de sus avances), seguir con atención las andanzas del reparto de doblaje del juego y sumergirme en su fandom, puedo hablar sin ningún reparo de la importancia de este juego en mi 2024. Tengo claro que voy a volver más veces a él, y que ha entrado de lleno en mis juegos favoritos.
Algo que no esperaba es que se convirtiera en una puerta de entrada para mí a otros juegos de ese estilo (algunos de los cuales se han ganado su puesto en esta lista).
Normal Podcast for Normal People
Decía en mi entrada sobre Volver a leer que me gustaría que el siguiente paso tras recuperar el hábito de lectura fuera volver a escribir. Y una de las las últimas cosas que hice en 2023 fue mandar un relato al concurso de creepypastas que organiza cada año Normal Podcast for Normal People. Además de las últimas de verdad, ya que buena parte de la historia la escribía mientras volvía en tren de pasar las Navidades en familia a pasar el fin de año con mi pareja.
Si no conoces Normal Podcast y te interesan las ficciones sonoras, el terror o ambas cosas, te lo recomiendo. Se trata de narraciones de creepypastas (leyendas urbanas de internet) y, posteriormente, comentarios de cada historia. Pero todos los años desde hace tres se organiza desde el podcast un concurso en el que la gente de la comunidad de oyentes envía sus propias historias siguiendo las reglas internas del formato (o trasgrediéndolas a voluntad). Algunos de los relatos más interesantes que he escuchado en el podcast vienen precisamente del concurso y, tras dos años oyendo y votando, decidí participar.
Mi relato fue seleccionado. Si tienes curiosidad, puedes escucharlo aquí. A su vez, aquí puedes escuchar un comentario de mi relato y de otros presentados, en el que Snuff, el creador del podcast, saca lecturas interesantísimas de ellos.
En cualquier caso, se trata de uno de los podcast que más disfruto de escuchar semana a semana desde hace un par de años, y me ha hecho muy feliz participar de forma activa en él este 2024.
Juegos de cartas
Si llego a hacer una lista de predicciones de qué me iba a deparar 2024 antes de empezarlo, era poco probable que aficionarme a los juegos de cartas estuviera en ella. Y aquí estamos.
Si bien la mecánica de deckbuilding es una de mis favoritas tanto en juegos de mesa como en videojuegos (adoro Slay the Spire e Inscryption me voló la cabeza), nunca había estado metida en juegos de cartas coleccionables. Mi pareja me había enseñado a jugar a Magic, pero no había terminado de interesarme del todo.
La cosa cambió cuando salieron los mazos de Commander de Doctor Who. No había jugado nunca a Commander -es un formato distinto- pero me llamaba mucho la atención lo bien tematizados que estaban. Así que mi pareja decidió dar un salto de fe y regalármelos.
Algunos de esos mazos me parecieron bastante complicados como principiante que era, pero cumplieron su cometido y empecé a jugar asiduamente con mi pareja. Me gustó aprender poco a poco y compartir un hobby como este con él. A día de hoy seguimos echando partidas con regularidad, ya no solo de Magic, sino que estamos probando algunos otros TCG (como Altered, que nos ha gustado mucho).
Musical Epic
En casa hay auténtica devoción por Hamilton, y ha formado parte de la música más escuchada por nosotros durante varios años seguidos. Así que cuando me hablaron de Epic me llamó mucho la atención. Este musical basado en la Odisea de Homero recuerda inevitablemente a Hamilton en su uso y dominio de leitmotivs y en su forma de narrar, aunque también a las películas clásicas de Disney. Destaca la juventud de su creador, Jorge Rivera-Herrans, quien ha puesto todos los medios que tenía para lanzar esta superproducción por entregas (o sagas).
Pillars of Eternity
Baldur's Gate 3 no solo me obsesionó a todos los niveles, sino que avivó mi interés por los CRPG (la C viene de computer pero también de classic). Tras terminarlo, además de empezar inmediatamente una nueva partida, probé otros juegos del estilo. El primero que empecé fue Divinity: Original Sin 2, que me está encantando, aunque pausé durante un tiempo mi partida. Pero los que no esperaba que me fueran a marcar tanto fueron los dos Pillars of Eternity.
Ya había visto jugar brevemente al primer Pillars cuando salió, pero nunca había llegado a jugarlo. Eso cambió este verano, cuando decidí empezar una partida a ese juego que llevaba tantos años en mi lista de deseados.
Por supuesto me cautivó desde el primer momento. Me enamoré del mundo de Eora y de la importancia que tienen en él las almas, la reencarnación y lo metafísico. De su atmósfera oscura. De sus personajes. Quería saber más de todo ello, leer cada texto que aparecía ante mis ojos -no son pocos. A mitad de partida, además me compré las expansiones, ya que había leído muy buenas opiniones sobre ellas. Creo que tomé la decisión correcta, ya que las incluiría entre lo mejor del primer juego.
Tras el primer juego pensaba esperar un tiempo antes de jugar el segundo, pero prácticamente se alinearon los planetas y Steam lo rebajó mucho. Opté por ver este hecho como una señal y adquirí Pillars of Eternity 2: Deadfire. Uno de los aspectos que más me enamoró de esta secuela fue su setting; ya que abandona el continente para ubicarse en un archipiélago que se explora en barco. Las ambientaciones marineras o de piratas me gustan mucho, y creo que se han abordado muy poco en videojuegos. La sensación que trasmite la segunda parte desde el principio es que se trata de un juego muy moderno. Dado que el primero se cimentó en la nostalgia y en la inspiración en los años dorados del género cuando ya apenas se veían juegos del estilo, el segundo mira hacia delante y plantea un posible futuro para títulos venideros.
No sabría decir cuál de los dos juegos he disfrutado más. Entre la comunidad de fans hay gente que tiene claro que prefiere uno de los dos, pero lo cierto es que a mí ambos se me hacen igual de disfrutables, si bien aportan experiencias y sensaciones muy distintas. Hablo de fans porque, además de sumergirme en los juegos, he podido conocer bastante de cerca su fandom. Y oye, qué gozada ha sido descubrir esta comunidad tan pequeñita y de nicho. Leer sobre la experiencia de otras personas jugando a estos juegos me ha motivado todavía más a ampliar el trasfondo de mi personaje, imaginar su historia e incluso escribir algún fic al respecto (todavía no terminado).
Podría escribir párrafos y párrafos hablando de estos juegos -puede que lo haga en algún momento. Pero cierro reiterando que han sido una sorpresa muy grata y que se han ganado un lugar muy importante en mi corazón.
Saga Vorkosigan
Si bien muchas veces prefiero las obras autoconclusivas, a veces lo que me pide el cuerpo es meterme de lleno en una saga y estar acompañada por las andanzas de sus personajes durante un buen número de páginas. Este año pude hacerlo por primera vez en mucho tiempo con la saga Blackwater, de Michael McDowell. Me encantó conocer a los habitantes de Perdido y, en concreto, a la familia Caskey a lo largo de varias generaciones, y me apenó despedirme de ella. En sus puntos más altos las intrigas de este clan me recordaron a los mejores momentos de Canción de Hielo y Fuego, otra saga que me marcó muchísimo, si bien en los últimos libros me flojeó bastante y terminé perdiendo el interés, muy a mi pesar.
Pero no es de Blackwater de la saga de la que quiero hablar, sino de otra obsesión que tampoco esperaba y con la que he cerrado el año: la saga Vorkosigan de Lois McMaster Bujold.
En mi entrada sobre el relato Las montañas de la aflicciónya hablo un poco sobre ella, pero, por resumir, se trata de una saga de ciencia ficción, en concreto del subgénero space opera de aventuras, protagonizada en su mayoría por el personaje de Miles Vorkosigan. Una peculiaridad de esta saga es que puede leerse por orden cronológico (como estoy haciendo) o por orden de publicación.
Su punto fuerte indiscutible son sus personajes. Admito que leo con algo de envidia sana a Bujold por escribir personajes tan interesantes y carismáticos, y me encantaría caracterizar así de bien en algún momento. Sin embargo, también se las apaña para construir un universo muy interesante y abordar con cierta profundidad las sociedades y culturas que lo habitan.
El hecho de estar comentando estas lecturas por redes me está haciendo disfrutarlas todavía más, ya que las convierte en una experiencia colectiva que me está encantando experimentar.
Cierre
Este sería el repaso de lo que más me ha gustado, entusiasmado y marcado en 2024. Diría que ha sido un año de conectar conmigo misma y con mis aficiones, y de conocerme un poco mejor.
Y a ti, ¿qué te ha dejado huella en 2024? Te animo a contarme por redes (estoy en Mastodon y en Bluesky).